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Nuestro cerebro intenta hacernos las cosas más fáciles y simplifica la manera en la que procesamos la información, por lo que aparecen sesgos cognitivos.

Podríamos pensar que, al llamarse sesgos, son algo negativo que nos puede perjudicar, sin embargo, como hemos dicho, facilitan y nos ayudan a procesar toda la información que nos llega; si no, no podríamos analizar y razonar todas las situaciones a las que estamos expuestos y, a veces, debemos tomar decisiones urgentes rápidamente.

Entonces, podríamos definir a los sesgos cognitivos como atajos mentales que nos ayudan a percibir y recordar información relevante para tomar decisiones de manera rápida y dar una explicación y un sentido al mundo que nos rodea. Las experiencias pasadas, pensamientos o información recibida desde el exterior van formulando las reglas generales en las que se apoyan nuestros sesgos.

Hay numerosos sesgos cognitivos. Por ejemplo, el sesgo por interés personal donde se atribuyen nuestros fracasos como “culpa” de otros o de la situación y nuestros logros como mérito nuestro, aquí se origina la típica frase he suspendido por culpa del profesor« o «porque el examen era muy difícil”, en vez de pensar que podríamos haber estudiado más; o el Efecto Barnum por el que se cree en el horóscopo, ya que las personas tendemos a identificarnos con descripciones de la personalidad generales, que podrían definir a cualquier persona.  

Como estos últimos días  las elecciones han estado en boca de todos, pensamos y hablamos acerca de a quién íbamos a votar, quién saldría elegido y a ver quién nos va a gobernar mejor. Vamos a pensar si… ¿realmente buscamos información acerca de todos los partidos que hay? ¿leemos todos los programas electorales? ¿vemos discursos y debates de todos los partidos?

Normalmente, en estos casos nos dejamos llevar por el sesgo de confirmación. Este sesgo es la tendencia que tenemos a buscar información que vaya acorde y apoye nuestras ideas, puntos de vista, creencias o hipótesis previas. De esta manera, una persona que vote a un determinado partido político o sea de una ideología política concreta, va a buscar datos que apoyen estas creencias, en vez de recibir información de diferentes medios con los que poder analizar y razonar su decisión.

Es por esto, que la mayoría de las personas siempre votan al mismo partido político. Y, tú… ¿te dejas llevar por el sesgo de confirmación?

María Sánchez

Psicóloga y Logopeda

María Sánchez

Psicóloga y Logopeda

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