Cuando repetir no significa no entender
Si alguna vez has escuchado a alguien repetir frases de una película, una serie o incluso lo que acabas de decirle, es posible que hayas presenciado un caso de ecolalia. Para muchos, esto se percibe como un «error» en el lenguaje, una conducta que hay que corregir.
Pero, ¿y si la ecolalia fuera más que una simple repetición?
En lugar de verla como un obstáculo, ¿podríamos aprovecharla como una estrategia válida de comunicación?
Hoy vamos a hablar sobre la ecolalia funcional y por qué, en vez de intentar eliminarla, la logopedia podría transformarla en una herramienta poderosa para estructurar el pensamiento y facilitar la comunicación en personas neurodivergentes.
¿Qué es la ecolalia y por qué ocurre?
La ecolalia es la repetición de palabras o frases que una persona ha escuchado previamente. Puede darse de dos maneras:
- Ecolalia inmediata: Repetir algo justo después de escucharlo.
- Ecolalia diferida: Repetir frases o expresiones en otro momento del día, a veces en un contexto completamente distinto.
Este fenómeno es común en el desarrollo infantil temprano, en niños con autismo, TDAH y otras condiciones neurodivergentes, e incluso en personas neurotípicas cuando están aprendiendo un idioma o tratando de recordar información.
Entonces, si la ecolalia es tan frecuente, ¿por qué se considera un problema?
¿Déficit o estrategia de procesamiento del lenguaje?
Tradicionalmente, la ecolalia se ha visto como un síntoma de un trastorno del lenguaje, una “conducta repetitiva” que se debe reducir. Pero muchos expertos en logopedia y neurociencia han empezado a preguntarse si realmente es un error… o si estamos subestimando su función.
- Para algunas personas, repetir frases es una forma de procesar el lenguaje en tiempo real.
- Puede ser una herramienta para estructurar el pensamiento antes de responder.
- También puede servir como una forma alternativa de comunicación cuando no se encuentran las palabras adecuadas.
En este sentido, la ecolalia no es necesariamente un déficit, sino una estrategia adaptativa que puede cumplir diferentes propósitos.
El Lenguaje Gestáltico y la Ecolalia: Cuando el lenguaje no es palabra por palabra
Algunas personas neurodivergentes no adquieren el lenguaje palabra por palabra, sino en «bloques completos» o unidades de significado. En lugar de aprender a construir frases con palabras individuales, memorizan frases enteras que han escuchado en un contexto significativo.
Por ejemplo, un niño puede decir “¿Quieres galleta?” cuando quiere una galleta, porque ha aprendido esa frase en un contexto en el que alguien se la ofrecía. Para él, la frase completa es una unidad de significado, no una pregunta.
En este tipo de procesamiento del lenguaje:
- La ecolalia no es una simple repetición sin sentido, sino una forma de comunicación basada en patrones aprendidos.
- La persona puede tardar más tiempo en desglosar estos bloques en palabras individuales y construir frases espontáneas.
- El trabajo logopédico no debe eliminar estos patrones, sino ayudar a la persona a descomponerlos progresivamente en frases más flexibles y adaptables.
Esto significa que la ecolalia puede ser una etapa natural en el desarrollo del lenguaje en algunas personas y que eliminarla prematuramente podría dificultar su comunicación en lugar de mejorarla.
La ecolalia como herramienta de comunicación
En lugar de eliminar la ecolalia, la logopedia puede ayudar a darle un propósito funcional, integrándola en la comunicación diaria.
- Ecolalia como guion social: Algunas personas con autismo utilizan frases repetidas de series, películas o conversaciones previas para expresar emociones o necesidades. Si alguien dice «Hasta el infinito y más allá» cuando está emocionado, eso es comunicación.
- Ecolalia como apoyo en la toma de decisiones: Repetir una frase puede ser una forma de reafirmar una idea antes de ejecutarla. Por ejemplo, si un niño dice «Abróchate el cinturón antes de salir», podría estar recordándose a sí mismo una norma de seguridad.
- Ecolalia como método de aprendizaje: Algunas personas utilizan la repetición para familiarizarse con nuevas estructuras gramaticales y mejorar su expresión oral. Es como cuando memorizamos canciones o frases de un idioma extranjero antes de sentirnos cómodos improvisando.
En todos estos casos, el objetivo no es eliminar la ecolalia, sino ayudar a la persona a usarla de forma más funcional y significativa.
Cómo trabajar con la ecolalia en logopedia
La terapia del lenguaje puede ayudar a convertir la ecolalia en una estrategia útil. Algunas técnicas incluyen:
- Modelado y expansión: Si un niño repite «¿Quieres agua?» cuando en realidad quiere agua, podemos modelar una respuesta alternativa: «Sí, quiero agua, por favor.»
- Uso de frases ecolálicas en contextos adecuados: Si alguien usa una frase de una película para expresar una emoción, podemos reforzar su significado y ayudarlo a expandirlo a otros contextos.
- Apoyo visual y verbal: Ayudar con pictogramas, ejemplos y preguntas abiertas para guiar el uso funcional del lenguaje repetido.
- Darle espacio al procesamiento del lenguaje: En lugar de interrumpir una ecolalia inmediata, permitir unos segundos para ver si la persona logra estructurar su respuesta a partir de ella.
- Desglosar frases gestálticas en lenguaje más flexible: Si una persona usa una frase completa como unidad de significado, podemos ayudarla a descomponerla en partes más adaptables.
¿Y si en vez de corregir, valoramos?
Vivimos en un mundo donde nos han enseñado que comunicarse significa hablar de una sola manera: lineal, espontánea y sin repeticiones. Pero la realidad es que cada persona tiene su propio estilo de expresión.
En lugar de preocuparnos por hacer que todos hablen de la misma forma, ¿y si valoramos las estrategias naturales de cada individuo y las adaptamos para que sean funcionales?
No todas las personas necesitan “corregir” su forma de hablar; algunas solo necesitan un poco de ayuda para hacer que su manera de expresarse sea entendida y respetada.
Reflexión final: ¿Qué significa comunicarse?
Si alguien se comunica de una forma diferente, ¿de verdad significa que lo está haciendo mal?
Tal vez la clave no esté en hacer que todos hablen igual, sino en escuchar mejor y entender las distintas maneras en que las personas expresan lo que sienten y piensan.
Y ahora te pregunto:
Si el mundo valorara más la diversidad en la comunicación, ¿qué cambiaría en nuestra forma de entender a los demás?
Espero que este artículo ayude a reflexionar sobre la ecolalia desde una perspectiva más inclusiva. Recuerda, si lo necesitas, Sabemos Ayudarte.
Inés Babío
Logopeda y Psicóloga