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Después de las vacaciones, donde nos acostamos tarde, viajamos, nuestra agenda está llena de planes interesantes, tenemos mucha libertad y casi no estamos en casa… En septiembre, “el final del verano llegó” y… tenemos que volver a la rutina, empezar el trabajo, las clases, retomar nuestro horario de sueño y las actividades de nuestro día a día.

Todo esto se nos puede hacer cuesta arriba y podemos pensar que poco a poco nos vamos a ir adaptando. Pero…establecer de nuevo las rutinas para este nuevo curso es esencial para nuestros peques (y no tan peques).

¿Qué es la rutina? Son todas las actividades que se realizan diariamente, tanto en casa como en otros entornos como en el colegio, en el parque o de visita con los abuelos.

¡Y hay un montón! Desde que ordenen su espacio de juego, aprendan a relacionarse con los demás, la higiene del día a día (lavarse las manos, los dientes, la ducha, …), ayudar a la hora de vestirse o si son más mayores, vestirse ellos solos, aprender a comer bien y de todo…

La última, y no menos importante, descansar bien. Establecer una hora para irse a dormir y ayudarles a que se vayan relajando, leyendo un libro o hablando con la luz apagada antes de dormir… va a hacer que nuestros peques duerman genial y se levanten con las pilas recargadas.

Pero… ¿qué más beneficios tiene? Establecer una rutina en la que sepan lo que va a pasar después, les permite anticipar los acontecimientos que van a ocurrir y poder adelantarse y adaptarse a ellos, esto les genera un sentimiento de seguridad. Por ejemplo, si saben que siempre después de cenar tienen que lavarse los dientes, nos puede ayudar a evitar conflictos.

Además, ayuda a crear e instaurar hábitos que les van a resultar útiles a lo largo de su vida, como lavarse los dientes o hacer ejercicio regularmente.

Aunque creemos que es duro, que nos puede costar y que lleva un tiempo conseguirlo… a largo plazo supone un aumento de la autonomía e independencia, lo que lleva a una mejor autoestima, ya que creen que son capaces de desempeñar todas sus tareas diarias, aunque a veces necesiten nuestra ayuda.

¡Buena vuelta! Y no hay que desesperarse… poco a poco lo iremos consiguiendo.

 

María Sánchez

Psicóloga y Logopeda

María Sánchez

Psicóloga y Logopeda

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