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Durante el día de hoy se han suicidado 11 personas, al igual que el resto de días del año. El suicidio es la primera causa de muerte en los jóvenes. No son los accidentes, ni el consumo de drogas. Es el suicidio.

A pesar de lo impactante que resulta, nos sigue costando mucho esfuerzo hablar de ello. No es suficiente que nos parezca algo horrible, es necesario hablar de ello porque lo que no se nombra no forma parte de nuestra realidad y, por lo tanto, deja de existir.

Hoy es el día en el que se proponen recursos, se traen ideas, hay manifestaciones y hasta las redes sociales se llenan de publicaciones para que se tomen acciones y se elaboren planes de prevención del suicidio. Hay que invertir en salud mental; hay que hablar de ello en los colegios, en los institutos, en las universidades y en los puestos de trabajo. Pero también debe aumentar el número de psicólogos clínicos en los hospitales públicos. Actualmente, ante una llamada por problemática relacionada con el malestar psicológico, se dan citas para dentro de seis meses.

Además de sensibilizarnos y ser conscientes debemos tratar de ser partícipes. En caso de encontrarnos en la situación de tener una persona de nuestro entorno que nos transmite sus sentimientos o pensamientos suicidas:

  • No minimizarlos, cuestionarlos o juzgarlos. Muchas veces lo hacemos tratando de ayudar, como cuando damos un consejo rápido, pero en este caso resulta contraproducente ya que  la persona se puede sentir incomprendida.
  • Dejar que se exprese libremente. Pregúntale sin miedo y sobre todo trata de comprender los motivos o razones que le han llevado a ello.
  • Validar (no significa estar de acuerdo) sus emociones y ofrecerle ayuda y acompañamiento.
  • Empatizar con las necesidades que dan salida a la ideación suicida, sin aprobar la conducta.
  • Transmitir trabajo en equipo, “nosotros”.
  • Ayudarle a entender que el suicidio es algo permanente para solucionar un problema que probablemente sea temporal 
  • Informar a algún familiar o persona que pueda aportar afecto y apoyo.
  • Brindar recursos*

Es importante recordar que, si por desgracia la persona ha tomado la determinación de suicidarse, no podemos responsabilizarnos por “no haber sabido” decir lo correcto. Sin embargo, podemos llegar a ser de gran ayuda si la persona no está decidida y tiene dudas.

*Recursos para el suicidio:

  • 024 – Línea de atención a la conducta suicida. Gratuito, confidencial las 24h del día.
  • 112 – Servicios de emergencia Samur y Suma.
  • Fundación ANAR (para menores). Servicio gratuito, anónimo y disponible 24h.
  • 900 20 20 10 – www.chat.anar.org
  • Teléfono de la Esperanza. Servicio 24 horas – 717 003 717 – 91 459 00 55
  • https://www.plataformanacionalsuicidio.es/recursos-1

Otros recursos para cuidar la salud mental:

Inés Babío

Psicóloga y Logopeda

Inés Babío

Psicóloga y Logopeda

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